Hoy escribo algo molesta esta entrada del blog por cómo muchas veces se trata la tartamudez.
El otro día, los padres de una niña con tartamudez me comentaban que la logopeda que había trabajado anteriormente con su hija practicaba durante sus sesiones la respiración. Mi cara por supuesto fue de asombro, puesto que si mínimamente estás formado en tartamudez, sabes que trabajar la respiración no tiene ningún sentido. Pero lo que más me indigna es que se le haga creer a esa niña -y a su familia- que respirando mejor conseguiremos hablar más fluido.
¡POR FAVOR! Es esencial realizar una buena intervención con personas que tartamudean y sobre todo, es totalmente importante valorar el tiempo de las personas que depositan tu confianza en ti.
Algunas red flags en tartamudez 🛑✋
Si se trata de un/a menor, lo primero que haremos será una entrevista con la familia. Conoceremos el caso con detalle, daremos la información relevante y las pautas correctas. En segundo lugar, trabajar con el niño/a en paralelo al trabajo con su familia. Huye si escuchas cosas como estas:
- Trabajaremos la respiración y el soplo
- Valoraremos positivamente cuando la persona con tartamudez en las sesiones de logopedia haya hablado con fluidez.
Algo en lo que insisto mucho desde el principio es que no valoraré la evolución en función de que la persona haya tartamudeado muy poco o nada, ya que ese no es el objetivo.
Tenemos que dar la información correcta (y para ello tenemos que conocer bien qué es la tartamudez), mostrarnos como figuras de apoyo para la persona con tartamudez y empoderar su comunicación. Partiendo de esa base, iremos bien encaminados.
Si tras leer esto, algo en ti ha resonado, estaré encantada de atenderte en Las Rozas de Madrid o de manera online.