Mi hijo no habla pero entiende todo

El título de este post es una de las frases que más suelo escuchar cuando un niño o una niña no habla según lo esperado para su edad. Cuando las familias observan que su hijo no habla pero entiende todo, no les suele alarmar tanto y esperan a que pase el tiempo y vayan hablando más adelante. En cambio, cuando ven que esto no sucede, acuden a consulta y en la entrevista es habitual oír cosas como «la culpa es nuestra porque hacemos por entenderle todo». Ante eso, mi respuesta siempre es la misma, no se trata de buscar un culpable, ya que un padre o una madre siempre trata de adaptarse (sin darse cuenta) a la comunicación de su hijo/a. Por eso es importante empezar una intervención temprana y enseñar a las familias un estilo comunicativo correcto. De esta forma, podrán ofrecer más posibilidades de aprendizaje a sus hijos empleando un lenguaje más rico y no tan limitado.

Según Gerardo Aguado (2007), el inicio tardío de lenguaje se define cuando a los 2 años justos un niño/a no tiene 50 palabras entendibles para la familia o no emite enunciados de 2 palabras. Cualquiera de estos dos criterios podrían servirnos para identificar un inicio tardío y sería recomendable contactar con un logopeda para que pudiera valorar la situación y proponer líneas de actuación.

Algunas orientaciones generales para fomentar el desarrollo del lenguaje

  • Implicarse en actividades iniciadas por el/la niño/a y dedicarles a diario un tiempo específico (unos 20 minutos).
  • Contarles cuentos. Fortalece el vínculo, ayuda al aprendizaje de nuevas palabras y fomenta la imaginación.
  • Hablar lentamente (pero con naturalidad y alargando las vocales). La velocidad es una de las variables que más influye en el aprendizaje de niños con trastornos del desarrollo del lenguaje.
  • Emplear frases cortas y con un vocabulario adecuado.
  • Interpretar los actos del niño/a e ir verbalizándolos.
  • Promover situaciones en las que a lo largo del día se mencione de manera repetida la palabra o las palabras que queremos que el/la niño/a aprenda.
  • Respetar los turnos (las acciones del niño deben ser consideradas como intención de turno).
  • Aumentar la frecuencia de interacciones y aplicar estrategias como expansiones lingüísticas, reformulaciones, cambios de entonación…

Estos son algunos ejemplos, pero como ya he indicado, de manera general. Lo adecuado será valorar el contexto y la situación actual y pasada del niño/a para marcarnos unos objetivos e ir trabajando en ellos.

¿Qué más hacer con tu hijo que aún no habla pero entiende todo?

Si a pesar de hacer lo que ya he comentado anteriormente crees que falta algo más, el siguiente paso es empezar con logopedia. Por eso, ofrezco servicio a domicilio para precisamente, trabajar directamente desde el contexto familiar. Haré de guía y proporcionaré herramientas y modelos de comunicación a las familias para que puedan conseguir una buena estimulación del lenguaje de su hijo/a.

Trabajando en equipo

Fomentaremos el lenguaje aprovechando tareas diarias y cotidianas de la manera más natural posible. Mi trabajo como logopeda se realizará a través de situaciones de juego estructurado. El trabajo de la familia, consistirá en aplicar lo que aprenden en las sesiones través de situaciones placenteras para el niño/a (jugando, comiendo, en el momento del baño, paseando o cualquier otra situación que sepamos que es atractiva para el pequeño/a) con el fin de fomentar la comunicación.

Si tras haber leído esto, has identificado a tu hijo que aún no habla pero entiende todo, vives en la zona noroeste de Madrid (Aravaca, Pozuelo, Majadahonda o Las Rozas) y estás interesado en este servicio, consúltame sin compromiso.