Hay algunos niños/as -e incluso adultos- que tienden a respirar por la boca de manera habitual en vez de hacerlo por la nariz, sin saber que se trata del síndrome del respirador oral. Si pensabas que respirar por la boca no es malo, quédate y te cuento un poco más.
Se le llama síndrome del respirador oral porque no solo afecta al modo respiratorio sino que suele alterar a más de un elemento. Ejemplos de ello son posibles cambios en oclusión dentaria o en el paladar, alteraciones a nivel de la estética facial, en el habla, en la postura y hasta incluso, puede causar bajo rendimiento escolar.
En general, la respiración oral no se produce por un simple mal hábito, sino por una compensación, y hay que saber cuál es la causa que provoca que una persona no respire de manera nasal. Para ello, un/a logopeda deberá realizar una valoración para averiguar el origen, que puede ser por:
- Etiología orgánica: desviación de tabique nasal, hipertrofia tonsilar (vegetaciones)…
- Etiología funcional: rinitis causada por alergia, procesos gripales…
- Patología neurológica de base: síndrome de Down, parálisis cerebral…
¿Cómo tenemos que respirar?
Si no hay nada que nos lo impida, el modo respiratorio correcto debe ser por la nariz, de manera silente, es decir, sin ruido y con la lengua apoyada suavemente en el paladar.
Normalmente los profesionales que intervienen en el tratamiento del síndrome del respirador oral son otorrinolaringólogos, odontólogos y logopedas, y en conjunto se consiguen resultados óptimos.
Ahora que has llegado al final, ¿sabías las consecuencias que tiene respirar por la boca?