Si has llegado a este blog, es probable que te preguntes por qué tu hijo ha comenzado a tartamudear cuando antes no lo hacía. Además, es común plantearse estas cuestiones: ¿Podría ser por la llegada de un nuevo hermano/a? ¿Lo hará para llamar la atención? ¿Está pasando por un momento de ansiedad? La respuesta es NO.
¿Qué hacer si mi hijo ha empezado a tartamudear?
Idealmente, en cuanto empiezan las primeras manifestaciones de la tartamudez sería recomendable consultar con un logopeda que cuente con experiencia en esta área (y no con el pediatra o los maestros) para que os ayude a identificar si realmente son disfluencias tartamudeadas o no, y sobre todo os indique cuál es la manera de proceder. El logopeda especializado en tartamudez evalúa el caso y acompaña al niño/a y a la familia de la mejor forma posible guiando y proporcionando información actualizada.
- El primer paso es entender qué es la tartamudez para precisamente poder cambiar el pensamiento que se tiene sobre ella. La tartamudez es una sensación involuntaria de pérdida de control del habla (Perkins, 1990) o quedarse atascado (Tichenor & Yaruss, 2018, 2019) mientras se habla, ante la cual el hablante reacciona por medio de disfluencias.
- Crea un ambiente donde tu hijo/a se sienta cómodo al hablar. Limita las distracciones durante las conversaciones y evita presionarlo para que hable de cierta manera.
- Si tu hijo tartamudea, evita comentarios como “tranquilo/a” o “habla despacio”. Estas reacciones pueden aumentar su ansiedad y hacer que se sienta más incómodo al hablar.
Los niños, por muy pequeños que sean, se dan cuenta de que a veces las palabras no salen con la misma facilidad que en otras ocasiones y es importante que les expliquemos por qué sucede esto. Contar con un/a logopeda especializado en tartamudez es fundamental para apoyar a tu hijo en este momento tan importante.
Si deseas que te ayude de manera online o presencial en Las Rozas, no dudes en contactarme. Estoy aquí para escucharte y ofrecerte el apoyo que necesitas.